La ladrona de libros- Reseña + booktriller
Se trata de una novela entrañable que narra la historia de Liesel, una niña alemana que es dada en adopción por su madre cuando comienza la II Guerra Mundial. Llega a su nuevo hogar sin familia, sin saber leer y sin esperanzas, pero sus padres de acogida consiguen poco a poco suplir todas esas carencias. A lo largo del libro veremos a Liesel crecer, enamorarse, luchar, perderse y encontrar la salvación en las palabras.
Tengo que ser honesta: cuando empecé La ladrona de libros pensé que no me gustaría. La primera mitad no destacó apenas en nada: me pareció un poco triste, un poco tierna, un poco hermosa, un poco original; un poco aburrida, también. Parece que el libro va a convertirse en una eterna introducción cuando, de pronto, todo lo que Liesel había construido se viene abajo y comienza la verdadera historia. Al cerrar el libro por última vez llegué a la conclusión de que es uno de los relatos más bonitos que he leído nunca.
Cuando leemos una sinopsis en la que se menciona “II Guerra Mundial”, imaginamos un libro centrado en eso, cargado de héroes, batallas, soldados o campos de concentración. Pero no es una narración más sobre el conflicto, no. Se trata de un cuento, una fábula que se despereza y desenreda sobre el telón de fondo de la guerra sin que esta se convierta en la protagonista. El verdadero tema son las palabras.
Se da una visión sencilla, cercana y a la vez aséptica de la Alemania Nazi. La guerra está permanentemente presente y en muchos momentos irrumpe en la vida de los protagonistas, revolucionando sus existencias en mayor o menor medida. La ladrona de libros hace al lector darse cuenta de que la población alemana también sufrió durante la II Guerra Mundial, y este es un punto de vista que no suele encontrarse en libros y películas sobre esta etapa histórica.
Algo que me ha llamado mucho la atención a lo largo de toda la novela es que las palabras cobran tanta importancia que parecen convertirse en algo físico, algo que puede ser apretado en un puño, lanzado a los pies del otro, quemado, dispuesto sobre la mesa como un plato de comida.
En esta novela se utiliza un narrador que no había visto nunca antes: la historia está contada nada más y nada menos que por la Muerte, que ha encontrado el libro que Liesel escribió sobre su vida y la ve como una vieja amiga a la que ha seguido de cerca desde el tren que la llevó hasta su nueva familia, en el número 33 de Himmelstrasse.
Pensándolo en retrospectiva, me he dado cuenta de que esa larguísima introducción al libro se debe a que los personajes tienen una complejidad tal que hay que verlos durante largos periodos de su vida para llegar a comprenderlos. Cada uno de ellos tiene sus propias luces y sombras, sus propios secretos, sus propias luchas, su propio pasado. El exterior nunca se corresponde con lo que hay dentro de los habitantes de Himmelstrasse; Zusak profundiza en cada personaje para que lleguemos a quererlos como si fueran amigos nuestros, y lo consigue. Vaya si lo consigue.
Cuando terminé La ladrona de libros, necesité un rato para reflexionar sobre todo lo que había leído. Te hace pensar y, sobre todo, te hace sentir, y eso es algo valiosísimo en cualquier novela.
Fantastica obra de Markus Zuzak.
Aquí el booktriller. Gracias y no olviden comentar!!!
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